Despertar la Bondad hacia Ti mismo

Ubicarnos en un lugar emocional donde la compasión hacia nosotros mismos prevalezca no es fácil, porque por lo general en nuestra cultura occidental le damos mucha importancia a la idea de ser buenos con los amigos, los familiares y los vecinos que están mal, pero no ocurre lo mismo cuando se trata de nosotros.

Estamos más en un lugar crítico, de juicios de valor y poca amabilidad, así cuando cometemos un error o fracasamos en algo, en lugar de darnos un abrazo, lo que hacemos es que nos castigamos implacablemente. Los comentarios denigrantes, se vuelven el común de cada día, nuestras debilidades en lugar de llevarnos al cambio son motivo de condena constante, nuestro interior desde esta relación de poco afecto se erosiona, y no nos damos cuenta de que esto aviva la guerra interna que nos impide aceptarnos y amarnos tal como somos.

Si esto te resuena, hoy quiero invitarte a que empieces a construir una nueva y buena relación contigo mismoes decir, a que vayas más allá y te vuelvas tu mejor amigo. Para entablar esta relación de afecto con nosotros mismos, debemos liberarnos del tirano interior que se ha ido cultivando y acomodando en nuestro corazón, y abrirle la puerta al consolador activo, que pueda ser generoso, amoroso y compasivo con nosotros mismos.

Podemos hacer un alto en el camino, y darnos una manotadita en el hombro para decirnos – ¿cómo puedo cuidarme y consolarme en este momento? Podemos darnos paz, calor, amabilidad y empatía a nosotros mismos, antes que esperar que venga de afuera. Reconocer que todos podemos equivocarnos, y que podemos tratarnos con amabilidad puede producir una auténtica curación.

Nuestro cerebro está diseñado para cuidar a los demás, pero podemos reeducarlo para que empiece a cuidar de nosotros mismos.

Cuando nos ofrecemos cariño y comprensión a nosotros mismos de manera constante, también empezamos a sentirnos merecedores de cariño y aceptación. Ser bueno y amable contigo mismo puede producir una activación de tu polo temporal izquierdo y la ínsula (zonas del cerebro asociadas con las emociones positivas y la compasión).

En lugar de verte como un problema que hay que resolver, la bondad te permite tratarte como el ser más valioso que merece todo el cariño. El amor y la confianza en nosotros mismos, abre las puertas de la gratitud, que es a su vez la clave y la llave para perseguir nuestros sueños y tener la energía necesaria para alcanzarlos.

CAJA DE HERRAMIENTAS: Práctica de los abrazos

No hay nada más reconfortante que recibir un abrazo, pero no siempre hay alguien disponible para dárnoslo, así que te invito en este espacio de aprender a consolarte a ti mismo, que te des un abrazo.

Al principio cuando le digo a mis pacientes o a los participantes de mis talleres que se abracen a sí mismos, les parece absurdo, pero después cuando lo hacen y comprueban que el cuerpo reacciona respondiendo a ese gesto de cariño, sintiéndose muy bien, entonces, se quedan ahí, abrazados como si estuvieran en el regazo de su madre.

Las investigaciones indican que el contacto físico libera oxitocina, proporciona sentimiento de seguridad, alivia las emociones estresantes y calma la tensión cardiovascular.

¿Por qué no lo intentas?

  • En los momentos en que te sientas triste, tenso, preocupado, prueba darte un abrazo el más cálido y amoroso posible, acaríciate con mucha ternura el brazo o la cara, o balancea suavemente tu cuerpo.
  • Lo importante es que hagas un gesto que inequívocamente tu cuerpo lo lea como un acto de atención y ternura.
  • Si por algún motivo no puedes realizar el gesto físico, imagínate que te abrazas.
  • Observa cómo te sientes después de recibir tu abrazo, ¿hay más tranquilidad? Permite la liberación de oxitocina para que tu química corporal se traduzca en sentirte profundamente amado.
  • ¡¡¡Pueden ser ilimitados los abrazos a lo largo del día!!! No hay contraindicación.

Se amable y cultiva la bondad para ti mismo.

Deja un comentario