¡Florece!
Házlo cada mañana al despertar.
Renueva tu conexión con la vida en el primer respiro del día, céntrate en tu corazón y elige vivir desde allí.
Recuerda que puedes florecer en todo momento de tu vida y el lugar donde sucede esta magia divina es en tu corazón.
-Heartfulness: el arte de vivir desde el corazón-